viernes, 4 de diciembre de 2009



Playa

Pero cuan apacible era descansas entre tus brazos en una tarde soleada
¡Cuan benditos eran esos días!
Pero cuan anhelado era poder besar tu piel y sentir el aroma hogareño
¡Cuan bello era ver tus lágrimas entre risas!
¡Cuan innegable era tu belleza de alba!,
Cuando las aves salen de todos lados y van a todas partes,
En el ocaso tus faldas juegan con el viento,
te ves tan sensual y provocativa a la luz de el desfalleciente sol.
En la sombras tu piel se torna de plata a la luz de la luna.
Eres bella cuando los niños corren hacia ti.
Te ves bella cuando anda contigo el amor
cómplice de parejas extasiadas de pasión.

A ti hoy mis palabras se dirigen mi tierna compañera, mi madre, amiga secuaz.

dime cómo lo quieres decir